jueves, 4 de febrero de 2010

Coliseo Romano


El Coliseo Romano es considerado una de los monumentos mas representativos e importantes de la historia del mundo. Al encontrarse ubicado en Italia, incrementan el turismo y la belleza de este país.


Del italiano Coloneo, el famoso anfiteatro de roma se creo una edificación para albergar los luchadores de gladiadores, el anfiteatro que se construye en todas las ciudades importantes del imperio. El anfiteatro flavio o coliseo, fue el mayor de todos ellos y una de las más grandes construcciones en la antigüedad. El origen de este desde épocas del Julio Cesar, las luchas de gladiadores y similares se celebraban en los circos o en estructuras desmontables construidas al efecto. Fue construido en un breve plazo de tiempo que puso a prueba la capacidad de organización de los maestros de obras que impusieron un sistema de varios turnos, la prefabricación de ciertos elementos y la construcción modular, con la ayuda de una compleja maquinaria y una mano de obra especializada. Los materiales utilizados fueron diferentes según las cargas que tenían que soportar; en los pilares muros exteriores se empleo piedra y ladrillo y utilizaron el hormigón en la construcción, se emplearon 100,000 m3 de travetino y 300 toneladas de metal para las grapas que mantenían unidos los bloques.A diferencia de los primeros anfiteatros cuya ubicación se preocupaba que estuviera en colinas para ofrecer apoyo a los muros, el coliseo es una estructura independiente de piedra y cemento de 48 metros de altura y 188 de largo por 156 de ancho con capacidad para 50,000 espectadores que podrían acceder o salir en menos de 3 minutos gracias a una compleja red de pasadizos y salidas. Desde el exterior presentaba 4 pisos en arcadas en las que de pueden apreciar la súper posición de órdenes en columnas de 3 cuartos con función decorativa. La fachada del Coliseo es uno de los ejemplos más completos del lenguaje clásico arquitectónico. Su combinación del sistema arquitrabado (columnas y dinteles) con las arquerías sobre pilastras y el empleo de los órdenes superpuestos han servido de modelo de composición clásica a lo largo de los siglos. Pero también es relevante la presencia del ático, el remate casi ciego que albergaba los mástiles del velarium, un inmenso toldo para dar sombra a los espectadores. Esta colosa edificación es considerada hoy en día una de las 7 maravillas del mundo 2007. Por Ana Luisa García

La antigua Italia


Italia es un país que tiene la admiracion de cientos y miles de personas alrededor del mundo debido a su cultura, comida, reigion y paisajes maravillosos que habitan en ella. Este país supera los 60 millones de habitantes y se considera uno de los paises mas bellos y privilegiados en todo el mundo.

Aunque hace relativamente pocos años que Italia se constituyó en entidad política unificada, en 1861, su emplazamiento estratégico en el Mediterráneo la convirtió en objetivo de colonizadores y ambiciosos conquistadores desde los orígenes de la historia de la humanidad. Los etruscos fueron la primera civilización en llegar (siglo VIII a.C.) y se expandieron por el norte; mientras que las colonias griegas se instalaron en el sureste de la península, transformando sus colonias en ciudades-estado que en su conjunto fueron conocidas como Magna Grecia. A partir del siglo IV a.C. Roma conquistó progresivamente el territorio y a todos los pueblos que habitaban; éstos se sometieron al poderoso Imperio Romano, y poco a poco sus culturas y lenguas propias fueron cediendo ante el latín.
La primera república romana se fundó en 509 a.C. bajo el dogma de la democracia, el latín y como uno de los mayores imperios de todos los tiempos. La victoria ante la república de Cartago (cerca de la actual Túnez) y la Macedonia helena durante las tres guerras púnicas abrieron el Imperio a su expansión por la península Ibérica, las islas Británicas, África del Norte y el actual territorio iraquí.
Paralelamente, una relativa paz interna posibilitó el desarrollo de las infraestructuras de la civilización romana con la construcción de carreteras, acueductos, ciudadelas y otras obras de ingeniería. El estilo de vida basado en la esclavitud y la economía triunfó sobre el concepto de democracia; los militares y, finalmente, los dictadores fueron apoderándose paulatinamente del poder de la república.
El Imperio se dividió en Oriental, con capital en Constantinopla, y Occidental, con capital en Ravena. Aún así, las disputas e intrigas de la realeza desembocarían en la destrucción final del Imperio Romano. En el año 313, Constantino adoptó el cristianismo, y Constantinopla (actual Estambul) pasó a ser la capital. Occidente sufrió las invasiones tribales del norte, y en 476 cayó Rómulo Augústulo, el último emperador romano. Por su parte, Oriente vivió una época de prosperidad hasta la invasión de los turcos, en 1453.
Italia, bajo el dominio de los godos, se adentró en un período de ostracismo, conocido como la época oscura. Lombardos, francos, bizantinos y germanos invadieron la península; esta época culminó en el año 800, cuando el franco Carlomagno se proclamó rey de los lombardos y se hizo coronar emperador por el papa León III. Normandos y, sobre todo, sarracenos saquearon y conquistaron diferentes zonas del territorio; y los musulmanes dominaron el sur hasta que los primeros les expulsaron. Este período de invasiones y conquistas finalizó cuando en 962 el rey germano Otón I se hizo coronar emperador de Roma por el papa Juan XII, originándose el Sacro Imperio Romano-Germánico.
En el siglo XII, a medida que Italia se preparaba para abarcar un gran capítulo de la historia, surgieron en el norte ciudades-estado emprendedoras y competitivas que obedecían, bien al Papado (gibelinos), bien al Sacro Imperio Romano-Germánico (güelfos). El nacimiento de las ciudades y de los grandes mercaderes durante el siglo XIII culminó en el Renacimiento del siglo XV. Pintores, arquitectos, poetas, filósofos y escultores crearon insuperables obras de arte, a pesar de la conflictiva situación que se vivía a causa de un feudalismo poco consolidado y la proliferación de ciudades-estado. Durante los dos siglos siguientes, las coronas europeas se disputaron la península. España y, más tarde, Austria controlaron la península durante los siglos siguientes, hasta que el ejército napoleónico invadió el territorio italiano en 1796.
La reestructuración posnapoleónica condujo directamente al deseo de reunificación del siglo XIX dirigido por Garibaldi, Cavour y Mazzini. En 1861 se declaró el reino de Italia, aunque la liberación de Venecia, en poder de los austriacos, no fue posible hasta 1866 y las protestas papales persistieron hasta el año 1870. A pesar de la unificación, las diferencias sociales y culturales que separaban al industrializado norte del menesteroso sur eran abismales. La crisis económica y la inestabilidad política se generalizaron a lo largo de las siguientes décadas, cuando Italia finalmente se unió a los aliados en la I Guerra Mundial y se generaba una agitación obrera a principios de los años veinte. Tras la Marcha sobre Roma que Mussolini organizó en octubre de 1922, el rey Víctor Manuel III encargó al líder fascista que formara gobierno. Como jefe de gobierno, el Duce declaró ilegal la oposición, controló la prensa y los sindicatos y recortó el sufragio en dos terceras partes. Su alianza con Hitler finalizó cuando los aliados expulsaron a los alemanes de Italia y culminó en un drástico ajusticiamiento de los partisanos a Mussolini el 28 de abril de 1945.
Los años de la posguerra se caracterizan por las constantes crisis política y económica, el asedio de las Brigadas Rojas, la mafia, la corrupción y los sobornos. La hegemonía de la Democracia Cristiana finalizó en 1983 con los nombramientos del republicano Giovanni Spadolini (1981) y del socialista Bettino Craxi (1983). Con la elección de Massimo D'Alema en 1998 se formó una coalición de centro-izquierda que incluía a los comunistas por primera vez en cincuenta años. Sin embargo, en abril de 2000 D'Alema dimitió tras unos resultados decepcionantes en las elecciones regionales y su sustituto, Giuliano Amato, fue investido primer ministro del gobierno número 58 desde la II Guerra Mundial. En las elecciones generales celebradas el 13 de mayo de 2001 Silvio Berlusconi, líder del partido de centro-derecha Forza Italia y magnate de los medios de comunicacin, venció, convirtiéndose en el nuevo presidente del país.
Tomado de : http://es.viajes.yahoo.com/p-guia_viaje-982230-_italia_historia-i

Historia de la cocina italiana



Italia es un país que le ha exportado al mundo su gastronomía. La historia nos cuenta que la comida italiana recibió influencia de otros países, tales como Grecia, África y los países asiáticos. Los griegos, africanos y asiáticos que se establecieron allá trajeron sus comidas y maneras de cocinar. Por ejemplo, los griegos hacían un pan plano, el cual, se imagina, llevó a la creación de la pizza. El hecho de comer, para los italianos, no es un acto sencillo; tiene un significado mayor. Es un momento de socialización, un momento de unión con sus familiares y de esa unidad de la familia, se acredita, nacieron los platos ricos y variados. Por tener un clima y un suelo variado, Italia produce una variedad de cereales, frutas y legumbres. Por ejemplo, en el norte podemos encontrar trigo, arroz y maíz. La gente del norte usa esos cereales para hacer sus platos tradicionales, tales como el risotto, que se hace de arroz; y la polenta, que es un tipo de harina hecha de maíz, el cual se puede asar o cocer. La polenta, en tiempos lejanos, fue un plato típico de las familias pobres del norte de Italia. Algunas familias tenían la costumbre de alimentarse con polenta en todas las refecciones del día. En el sur de Italia, el clima es seco y rocoso, y los granjeros que viven en esta área, plantan aceitunas para comer y también para hacer el aceite. El aceite se usa mucho en la comida italiana. También en el sur, a la gente le gusta preparar la comida con muchos condimentos. El orégano, por ejemplo, es un tipo de condimento típico de la cocina italiana. Aunque se encuentre el orégano el toda Europa, es en el sur de Italia que se encuentra el orégano de mejor aroma. La gente del sur también tienen la tradición de después de preparar la salsa, la guardar en botellas. Los italianos usan también bastante queso en la comida. Los más conocidos son: el parmigiano reggiano y el granna pagano. En 1840, se introduce el parmesano, el cual se usa en la mayor parte de los platos italianos. En Liguria, los quesos más usados son: el gorgonzola, el marscapone y el lodigiano. Éstos son diferentes quesos que se usa en diferentes platos. También son famosos los dulces de Italia, por ejemplo la región de Sicilia está bien conocida por producir el cannolo, un dulce que está rellenado con natillas. La refección principal en Italia se come en el medio del día y es compuesto de tres platos. El primero, usualmente es el arroz o la pasta. El segundo y principal plato, está compuesto de la carne, el pollo o el pescado. Y el último, es el postre. Por ser la pasta el orgullo de los italianos, y por hacer parte del día a día de millones de personas, vamos hablar un poco de este plato especial. El origen de la pasta no es cierto. No se puede decir, con certeza, quién inventó la pasta. Hay relatos de que Marco Polo trajo la pasta del oriente. Pero, también se sabe que él volvió a Italia en el año 1295 y que antes de esa fecha ya había informaciones de la existencia de la pasta. Algunos afirman que fueron los árabes que inventaron la pasta, pues conocieron al trigo antes de los italianos. Bueno, hasta hoy todas estas historias son cuestionables, pero, de una cosa los investigadores tienen certeza; el clima de Italia siempre fue bueno para el crecimiento del trigo duro, de donde viene la sémola. La sémola, se usa para hacer las pastas secas. Las pastas secas se hicieron populares en los siglos XIV y XV y en el siglo XVII se hicieron parte importante de la dieta italiana, porque era un plato económico, que se podría adquirir fácilmente y versátil. Pastas secas contienen solamente agua y sémola. En conclusión, se puede ver que la comida de Italia es magnífica. Es una comida rica, pues es compuesta de frutas, legumbres, cereales, y especias que dan sabor. Y es una comida bella también, pues hay una historia y un significado detrás de cada plato.


Cocina italiana


La cocina es, sin lugar a dudas, una parte muy importe de la cultura italiana.Conocida en todo el mundo, amada y continuamente imitada, ha sido capaz de dar placer y alegría de vivir en todas las latitudes. Sabemos cuál es la reacción de cualquier individuo cuando, en cualquier caótica ciudad industrial del mundo, cansado y deprimido, encuentra un letrero de comida italiana: siente que su corazón se conforta.Se trata de una cocina rica, nutritiva y saludable, transmitida por siglos a través de la vida familiar. Su carácter es esencialmente campesino y, como tal, está vinculada a nuestra tierra y a los frutos que produce en el curso de las estaciones: en consecuencia, es una cocina genuina y basada en ingredientes naturales.
Es rica en exquisitos platos únicos, como la pasta con verduras, hortalizas o legumbres: ingredientes esenciales de nuestras tradiciones locales; pero también ofrece una gran variedad de carnes, excelente pescado (abundante en los mares de la península), quesos aromáticos y deliciosos postres. Con todo, es indudable que el elemento fuerte en nuestra mesa es el “primer plato”, en todas sus variedades: pasta “seca” o en caldo, diferentes tipos de arroz guisado, sopas y minestrones, flanes, etc. Pero no podemos olvidar que gran parte de los platos tradicionales más difundidos provienen de la cocina pobre, campesina y de las clases menos pudientes que, en el transcurso del tiempo, han creado -no obstante las difíciles condiciones de vida- auténticas “especialidades”.
Un ejemplo de ello son las sopas a base de pan duro y verduras - como la ribollita y el acquacotta de la Toscana - y una gran cantidad de platos que, a pesar de basarse en ingredientes de bajo “linaje”, se han transformado en platos clásicos de la cocina italiana. Esto demuestra que el buen sabor de un plato se debe, esencialmente, a la combinación mágica y única de sabores y aromas, tiempos de cocción, dosis de ingredientes, capacidad creativa individual y esmero durante la preparación. Frecuentemente, en la preparación de una comida, es suficiente un detalle, un matiz, para superar las fronteras de un resultado “normal” y transformar cualquier plato en un verdadero triunfo del sabor. Por ese motivo, en la cocina italiana, la pasión es un requisito fundamental, sin el cual no es posible lograr la excelencia, como en todos los demás aspectos de la vida. Si bien con variantes regionales, nuestra cocina mantiene sus platos “fuertes” en todo el territorio, y permite crear manjares más importantes cuando es elaborada con mayor riqueza de ingredientes por cocineros refinados y expertos. Por último, deseamos ofrecer un consejo para preparar un almuerzo “a la italiana”.
Se puede comenzar con una entrada de “crostini” (tostadas) a la napolitana y, luego de estos reconfortantes sabores mediterráneos, continuar con un primer plato de macarrones con bróculi a la siciliana. Luego pasamos al segundo plato: un espléndido cordero de leche al horno con patatas tempraneras. Podríamos terminar aquí pero - como se sabe - siempre queda un pequeño lugar para el postre. Por lo tanto, podemos añadir al menú un aromático tiramisú: el postre ideal para coronar un almuerzo realmente excepcional.

Cultura Italiana


Cada país tiene su cultura en particular, esta la compone en cierta forma de las tradiciones y costumbre que los habitantes de esa región tengan y practiquen. En lo personal, la cultura en Italia es uno de los aspectos que mas disfruto y la razón por la cual elegí dicho paìs.


Cultura Italia fue cuna de grandes civilizaciones, como la etrusca y la griega, que dejaron su pisada en la evolución de la cultura occidental. El arte, la filosofía, las lenguas y la política son algunos de los reflejos que dejaron en la cultura italiana.
Hablar de la cultura italiana es hablar de una de las claves por la cual es más reconocida, junto al arte, su arquitectura, gastronomía, diseño, ópera, etcétera. La torre de Pisa, el Coliseo romano, Venezia, son algunos de los distintivos arquitectónicos del país.
Los italianos del centro y sur del país tienen grandes influencias de lo tradicional y de la cultura mediterránea y son gentes de aspecto moreno y cabellera oscura. Los italianos del norte, en cambio, resultan más parecidos al tener mayor estatura, ojos claros, tez blanca y cabellera más rubia.
Pero esas son simplemente diferencias étnicas. La personalidad de los italianos es de norte a sur común a todos. Son los típicos enamorados de la vida, sociables, apasionados, demostrativos y muy bien parecidos, tanto hombres como mujeres son considerados de las personas más bellas del mundo.
Son personas realmente trabajadoras que esperan ansiosas el momento de relajarse, casi siempre en familia o con amigos. Generalmente se trabaja cinco días a la semana y medio sábado, y es muy común que tomen un largo descanso para cortar el día laboral.
Para ellos la familia es lo primero, aman compartir momentos entre ellos. La comida principal es a su vez la principal excusa para congregar a la familia y compartir el mejor momento del día, donde comen, beben y socializan.
En su gran mayoría, los italianos, son católicos romanos debido a la gran influencia que ha tenido la Iglesia a lo largo de la historia; ésta influenció fuertemente el arte y la vida de los italianos. Esculturas, pinturas, arquitectura son algunas de las artes más influenciadas por el catolicismo.
El renacimiento en la cultura italianaEn lo referido al arte, el Renacimiento italiano fue el propulsor de la era del Renacimiento en toda Europa. Esta época se extendió desde fines del siglo XIV hasta el 1600 más o menos, y fue una etapa de grandes cambios culturales por ser la etapa intermedia entre la Edad Media y la Europa moderna.
El renacimiento italiano comenzó en Toscana, con epicentro en las ciudades de Florencia y Siena. Luego tuvo un importante impacto en Roma. Resaltan de esa época las grandes creaciones literarias de Dante, Petrarca, Castiglione y Maquiavelo; las obras de arte de Miguel Ángel, Rafael y Leonardo da Vinci; y grandes obras arquitectónicas como la Iglesia de Santa María del Fiore en Florencia y la Basílica de San Pedro en Roma.
Los italianos sienten un gran orgullo por su rica historia cultural y artística, y sienten que deben continuar con la tradición, por eso es que son grandes diseñadores en la actualidad, tienen una de los más ricos circuitos culturales del mundo y están constantemente al pié de la vanguardia.
La ópera es, por decirlo de alguna manera, la niña bonita de Italia. Rossini, Verdi y Puccini establecieron los estándares de la ópera en el mundo. Los “libretti” italianos fueron norma para grandes compositores como Händel o Mozart a finales del siglo XVIII. A diferencia del resto del mundo la ópera en Italia es accesible para todos los niveles sociales, lo que genera que el ciudadano italiano tenga un gran conocimiento de este arte.
El fútbol es otro de los grandes componentes de la cultura italiana, como también lo supo ser el fascismo de Benito Mussolini.

Italia y su religión.


Para finalizar con este viaje de conocimientos, quise hacer una pequeña mencion de la religion en Italia, aspecto de bastente importancia en este país debido a la fuerte influencia religiosa que esta representa a nivel mundial ya que como todos conocemos es la cuna de la religión católica.


Podemos comenzar mencionando que la religión predominante en Italia es la católica romana. No en vano la Ciudad del Vaticano, sede de la Iglesia Católica, se halla dentro de Roma.
El aumento de la inmigración y la llegada de otras comunidades religiosas, principalmente la islámica, con ciudadanos del norte de África y Oriente Medio, ha ido diversificando el mosaico religioso de Italia, donde antes los creyentes eran casi exclusivamente católicos.
En 2006 una encuesta de Eurispes mostraba datos releventes sobre estado de la religión, y la religiosidad en Italia:
El 87, 8% de los italianos se declara católico, pero sólo lo profesan con asiduidad el 36,8%. Estamos ante un decrecimiento de la práctica, pero no de la autodenominación de católicos de los italianos. La confrontación de la iglesia frente a situaciones como el divorcio (77,8% de italianos a favor), el aborto, la eutanasia, los matrimonios homosexuales, o las parejas de hecho; ha hecho mella en la fidelidad hacía la religión católica, sobre todo afectando a la práctica continua en las iglesias de forma continuada.
Alrededor de un 30% de los jóvenes entre 18 y 24 años acude a la iglesia los domingos, un porcentaje que decrece según avancamos en la edad hasta los 44 años.
Otros datos interesantes sobre religiones conciernen a la antiguedad, donde el judaísmo es la religión más antigua . sin embargo, la comunidad judía en Italia tiene poco más de 45.000 individuos.
Ya desde el siglo XIX y con especial fuerza en los últimos decenios otros movimientos, como el budaismo y el hinduismo han ganado adeptos gracias a la llegada de inmigrantes asiáticos. Los budistas son en torno a 110.00; los hinduistas, unos 75.000. Los fieles de estas dos religiones están agrupados en la Unión Buditas Italiana y en la Unión Hinduísta Italiana, oficialmente reconocidas por el Estado italiano.